Cumplo 1 añito!

Hace un año, nuestras vidas cambiaron para siempre. Recuerdo ese día como si fuera ayer: después de meses de esperarlo con ansiedad, emoción y un poquito de nervios, finalmente escuchamos su primer llanto. Pesaba 3.5 kilos y, aunque era tan pequeñito, su llegada llenó el mundo entero con su presencia.

Cuando lo sostuvimos en nuestros brazos por primera vez, el tiempo pareció detenerse. Mirarlo, sentir su calor y saber que era nuestro fue una sensación indescriptible. Cada detalle de ese día quedó grabado en nuestra memoria: su primer bostezo, sus deditos diminutos y esa mirada que parecía descubrir todo por primera vez.

Desde ese momento, no hubo vuelta atrás. Nos enseñó a amar de una manera que nunca habíamos conocido, a encontrar felicidad en las cosas más simples y a disfrutar de cada instante. Hoy, un año después, queremos celebrar este día tan especial rodeados de quienes han sido parte de su historia. ¡Gracias por compartir este viaje con nosotros!

Convertirme en mamá fue el desafío más hermoso y transformador de mi vida. Siempre me habían contado cómo era, pero la verdad es que nada me preparó para el momento en que lo vi por primera vez. Esa conexión instantánea, ese amor inmenso e inexplicable, es algo que sólo se entiende cuando lo vivís.

Ser su mamá, mi primer hijo, fue descubrir un mundo completamente nuevo. Aprendí a dejar atrás las dudas y a confiar en mi instinto, a encontrar fuerzas en las noches largas sin dormir y a emocionarme con cada uno de sus pequeños logros: su primera sonrisa, su primer balbuceo y hasta su primera vez gateando por toda la casa.

Él me enseñó a valorar las cosas simples, a disfrutar de las risas cotidianas y a vivir cada día con gratitud. Este primer año ha sido un torbellino de emociones, aprendizajes y amor incondicional. Celebrarlo es un agradecimiento a la vida y una oportunidad de compartir nuestra felicidad con las personas que queremos. ¡Gracias por acompañarnos en esta hermosa aventura!